No hace mucho, un periódico polaco informó sobre la desgarradora travesía del carguero Phenian por los mares embravecidos del Océano Atlántico. Cierta vez voces misteriosas comenzaron a oírse desde la bodega de carga debajo de la cubierta.

Al principio, la tripulación pensó que se trataba del viento haciendo trucos en sus oídos. Pero incluso cuando los vientos se calmaron por un rato, las voces aún se alzaban desde abajo con cada ola que lanzaba la nave de lado a lado.

Convencidos de que la nave estaba hechizada por demonios, los marineros entraron en pánico. Algunos incluso sugirieron abandonar el barco.

El capitán se mantuvo tranquilo e intentó adivinar qué eran esas voces fantasmales. Finalmente, reunió a la gente y los llevó al lugar de la bodega que era de donde provenían los sonidos. Tomó un hacha y cortó una de las cajas de la carga, abriéndola frente a la asombrada tripulación. Se derramaron cientos de muñecas gritando «Mamá», cada vez que una ola mecía la nave y la inclinaba de lado a lado.

¿Es de extrañar que haya cundido el espanto entre los marineros del barco frente a sonidos extraños? ¿Acaso no tenemos todos, en alguna medida, miedo de lo desconocido, tal vez el más intenso de los miedos? 

El conocer adonde la situación nos lleva es una necesidad existencial del ser humano. El saber se asocia por lo general con poder mientras que la ignorancia se relaciona con debilidad. La pregunta es si nos dejamos paralizar por el miedo y nos quedamos estancado en lo “malo conocido”, sea en una relación o en tu profesión, por ejemplo, o nos aventuramos a nuevas opciones y oportunidades. Nuestra actitud y nuestro pensamiento son la clave para poder aprender, crecer y cambiar.

Según un proverbio en idish,” Un barco en el puerto está siempre seguro, pero no ha sido para eso que fue construido. Lamentablemente se paga un precio demasiado alto por apostar siempre a la zona segura y confortable. Se tratará tal vez de un viaje sin sobresaltos, pero puede resultar un poco aburrido e insípido.

Dado que no siempre es posible conocer por adelantado lo que nos puede suceder, ¿por qué no aceptar la incertidumbre con serenidad y coraje y fluir con lo que la vida nos ofrece? En suma, la consigna sería “reemplazar el miedo a lo desconocido por la curiosidad”, abrirnos a nuevas posibilidades y disfrutar de la vida. 

En las sabias palabras de Charles Chaplin: “Perder con clase y vencer con osadía, porque el mundo pertenece a los que se atreven”.

Aplicación práctica: He aquí algunas afirmaciones positivas para ganar confianza por sobre temores e inseguridades:

*Veo algo valioso en cada día.

*Si vale la pena soñarlo, vale la pena realizarlo.

*La mejor forma de predecir el futuro es creándolo.

*Quiero experimentar la vida con todas las letras.

*Quiero y puedo dar el primer paso.

*Miro al mañana con confianza.

Al enfrentar tus miedos podrás reconducir tu energía hacia una evolución personal y gozar de una existencia más rica y completa. 

Daniel Kripper
Autor de “Vivir con Mayúscula”.